La historia del tenis está plagada de jugadores díscolos y talentosos. De indudable técnica, pero también indisciplina e irresponsabilidad, Paire parece ser el nuevo tenista maldito. El francés, de 31 años, ocupa al momento de redactar este artículo el puesto 31 de la ATP y, en 2016, supo ostentar su mejor ranking: 18º. 

Iracundo y polémico, suele ser protagonista de diferentes bochornos, tanto fuera como dentro de los courts. En esta ocasión, luego de quedar eliminado en la primera ronda del Masters 1000 de Montecarlo a manos del australian Jordan Thompson, Paire, disparó declaraciones picantes contra las restricciones actuales de la ATP. 

“Me importa un carajo este partido. Tengo un partido de dobles y luego me iré a casa, a dos horas en coche. Venir a estos cementerios me deprime. Nos decíamos que vienes a Montecarlo, uno de los mejores torneos del mundo y llegas, ves que está vacío y hay un ambiente triste que rara vez se ha visto. Me siento como un miserable cuando estoy sobre la cancha. El circuito se pudrió. ¡Pero al menos tengo 12.000 euros! (el premio por jugar la primera ronda en Montecarlo). Dirán: ‘Está hablando de mucho dinero’. He recibido 12.000 euros para estar tranquilo en el hotel y luego irme a casa. Es perfecto”, declaró en conferencia de prensa, tras la derrota. 

Los periodistas, asombrados ante los dichos de Paire, escucharon más.  “El circuito se ha podrido y no me voy a retractar en mis comentarios. Me da igual ganar o perder. Es lo mismo tirar un golpe ganador que hacer una doble falta. Como no hay ningún tipo de ambiente no notas la diferencia. La vida normal me parece una mierda en este momento”, añadió. 

En lo que va de 2021, Paire tiene un andar desparejo: jugó 10 partidos y, con la derrota en la primera ronda de Montecarlo, perdió 9. Sólo pudo doblegar al chileno Nicolás Jarry, por los octavos de final del Córdoba Open, un ATP 250. 

El escándalo de Paire en el Buenos Aires Open

Por los octavos de final del Buenos Aires Open, Paire, quedó en el ojo de la tormenta en pleno court central de Buenos Aires Lawn Tennis. Discutió con el umpire, insultó, escupió la cancha, arrojó botellazos y se dejó ganar.