Daniil Medvedev es un hombre de números. De números que dan miedo. Mide 1,98, casi un gigante con mucha potencia en los brazos. Ha ganado sus últimos 21 partidos de manera consecutiva, 11 de ellos contra ‘Top ten’ y parece caminar sobre las nubes, lleno de confianza.
El domingo enfrenta a Novak Djokovic, favorito en el Abierto de Australia donde ha llegado a ocho finales y ha ganado todas. Pero al frente estará Medvedev, que viene de una racha impresionante tras ganar el Masters 1.000 de París-Bercy, de la Copa Masters de Londres, de la segunda edición de la ATP Cup y ahora busca su primer Grand Slam.
“Toda la presión la tiene él, que lucha por la historia. Creo que si jugamos un partido parecido a la final del US Open de 2019 con Nadal me puede ayudar esa experiencia. Novak es el favorito porque las ocho veces que superó las semifinales se hizo con el título. Me encanta enfrentarme a él porque va a ser una batalla tanto física como mental”, dijo Medvedev.
Ya han regalado partidos para el recuerdo. Algunos dicen que tienen estilos parecidos, por la potencia de sus golpes y también por la solidez mental. Ambos también vienen de ganarle a rusos. Medvedev dejó en el camino a Rublev en cuartos de final pero para sellar su pase a la final tuvo que superar a Stefanos Tsitsipas por 6-4, 6-2 y 7-5.
Después de que el griego jugó un largo partido ante Rafael Nadal para levantar dos sets en contra, estaba lleno de confianza pero se estrelló, literalmente, con un muro ruso.
Con un revés mejor que el drive, para algunos poco técnico, ha llegado a la madurez con 25 años. Medvedev cree que puede dar el golpe en Australia. “En estos momentos está 4-3 a su favor (Djokovic), pero como he dicho anteriormente, cada partido es diferente. En Grand Slam solo he jugado una vez contra él y fue en el Open de Australia de hace un par de años, donde consiguió ganarme en un partido bastante apretado”, dijo el ruso.
Djokovic tiene dudas de que le puedan quitar el cetro, aunque la ‘Next Gen’ se nota que tiene mucho talento. “Siempre se ha hablado mucho acerca de las nuevas generaciones que vienen y que podrían tomar el mando respecto a nosotros tres, pero siendo realistas, es algo que todavía no ha ocurrido y es algo de lo que no podemos estar hablando todo el día. Con todo mi respeto hacia los otros chicos, (a la Next Gen) todavía les queda mucho trabajo que hacer. Yo, por mi parte, no me voy a quedar aquí y dárselos (los Slams) en bandeja. Haré que se maten trabajando para ello”.